Un trabajador anónimo del sector aeronáutico nos hace llegar esta carta de frustración.
Cuando la gente se entera que trabajas en aviación dan por hecho grandes salarios, trabajos fascinantes, compañeros muy apasionados y frikis de su trabajo… Nada más lejos de la realidad. Nuestros salarios han ido descendiendo en picado, hasta puntos que apenas se cobra por la responsabilidad que supone hacer el trabajo que hacemos, y ser un freaky, o estar en este mundo aeronáutico de forma vocacional, que se decía antes, está mal visto.
Además, se da por hecho que uno sabe de todo… y no es raro que a un piloto le hagan preguntas que solo un ingeniero podría responder, o que un ingeniero reciba preguntas que debería responder un controlador aéreo.
Todo esto no es más que un reflejo de que nuestro mundo es totalmente desconocido para los que no están en él. Es un mundo aparte, unos me han dicho que para niños pijos, otros que exclusivo, y otros que para gente que les gusta tirar bombas desde el aire. En fin, sin comentarios. Lo dicho, desconocido.
Y no será porque no haya habido blogueros intentando dar a conocer el mundo, o no haya revistas especializadas…
Supongo que porque ni protestando hacemos ruido. No sacamos aviones a cortar las calles, ni quemamos neumáticos (y mira que uno de avión ardiendo sería bien llamativo), ni recurrimos a otras tantas imágenes que son más bien propias del matonismo… pero que, a la luz de los resultados, son las adecuadas para que a uno le hagan caso, salir en la prensa, y recibir algo de atención, y con suerte, el compromiso de algún político de turno para salvar la fábrica.
Pero en España a largo plazo no se piensa en los aviones más que para traer turistas. Los beneficios de la industria son a muy largo plazo. Y la industria lleva abandonada desde hace más de una década, cuando no eran raros los titulares acerca de las capacidades de España en fabricación en fibra de carbono, en la que aún somos referente, aunque tal vez por poco. Parece que los políticos, que solo están en el cargo en el peor de los casos 4 años, buscan sectores en los que puedan meter el cazo con más rapidez. Obviamente del turismo pueden sacar tajada todos. O de los ladrillos… no hace falta estar 15 años en el cargo para poder sacar tajada, como pasaría con la industria.
Y mientras observamos ojipláticos el compromiso francés de invertir 15 mil millones de euros en su industria aeronáutica, leemos cómo en Madrid se apuesta por el ladrillazo una vez más.
Durante años ha habido una necesidad brutal de formación de pilotos, y España podría haber sido la gran escuela de formación de pilotos, gracias a su meteorología privilegiada y a que su gran variedad orográfica permite una formación completa en todo tipo de situaciones. Sin embargo, sus administraciones parecen más preocupadas de lograr una tasa de accidentes cero, dejando a todo el mundo en tierra, que en aprovecharlo para generar empleo. No solo de formación se puede vivir, la aviación general y deportiva también permite generar trabajo y riqueza. Sin embargo, nuestra densidad de aeródromos es más similar a la de cualquier país del tercer mundo que a la de uno del primero. ¿Industria? Referentes en diseño y fabricación de materiales compuestos. El MRTT, comercializado ahora por Alemania y Francia no era más que un diseño español por el que nadie daba dos duros. EL C295… ambos han mantenido rentables a la división de defensa de Airbus, donde se cumple la ley de Pareto y el 80% de los ingresos provenían del 20%… en concreto de los proyectos españoles. Y no solo eso, la antigua CASA es de las pocas divisiones que conservan DOA para avión completo, si no la pierden en breve, ¡imaginad si interesaría mimarla! ¡Imaginad si no interesaría apostar por un biturbohélice que reemplace los vetustos 295/235/ATR!
Sin embargo, la ceguera institucional con la aeronáutica es amplia. NO solo afecta a la industria de las aerolíneas o la formación. Tampoco se pueden plantear aerolíneas con hidroaviones para hacer vuelos entre islas, ni existe posibilidad de fundar empresas de aviación ultraligera, que podría ser un interesante nicho de mercado, debido a la falta de comunalidad de normas para su certificación con el resto de países europeos.
Eres ingeniero/a, no pasa nada, encontrarás trabajo rápido, oímos decir estos días. Lo que la gente no es consciente es que cada vez que hay una crisis lo normal es que los esfuerzos se dediquen a la reconversión de los empleos no especializados. La industria automovilística andaluza se convirtió en aeronáutica. Cuando eres ingeniero y dices que estás en el paro y quieres ayuda para convertirte en otra cosa te dicen «uy, lo siento, no tenemos nada para tí, pregunta en tu colegio, tienes ya demasiada formación…». Y precisamente por cómo funcionan los colegios profesionales, es difícil reciclarse en otra cosa. Porque aunque Airbus está lleno de ingenieros industriales (sí, esa Airbus que se quejaba de que Indra no podría liderar un proyecto aeronáutico porque no sabía de aviones es la misma que tiene en sus filas más industriales que aeronáuticos), y el colegio de ingenieros no ha hecho nada para evitarlo alegando intrusismo profesional, cuando intentamos entrar en cualquier otro sector industrial para saber lo que hacemos siempre obtenemos la misma respuesta: no, solo buscamos industriales, no podemos contratar aeronáuticos porque sería intrusismo industrial.
Sigamos disfrutando, mientras tanto, de que se compren aviones para traer turismo de playa y borrachera, mientras nuestros vecinos se quedan con la industria.
Conversión a carguero. Una segunda vida para un avión de transporte.
Recientemente, la aerolínea australiana Qantas y Australia
Post, han anunciado la introducción de 3 unidades Airbus A321P2F,
convirtiéndose en el primer operador del mercado en operar un Airbus A321
convertido a carguero.
La relación entre Australia Post y la aerolínea Qantas se
remonta a los inicios de la aerolínea, cuando comenzó sus primeros vuelos para
el servicio postal en 1.922. Entonces operado por el AVRO 504K y los famosos De
Havilland DH50 y DH9. Ahora utilizan otros aviones también convertidos a
cargueros, los B737, más antiguos, y de menor capacidad que los A321P2F que, se
espera entren en servicio en octubre de 2.020.
Historia de los cargueros.
Desde los inicios de la aviación comercial, allá por 1.911,
los primeros servicios aéreos no eran para trasladar a personas. Éste era, de
hecho, un servicio extra. La aviación comercial comenzó con el correo aéreo,
algo sobre lo podéis leer aquí, en Aviación Global.
Los primeros aparatos utilizados a finales de la primera década del siglo XX, eran excedentes del ejército, y cómo tal, su diseño no tenía la finalidad para el transporte de correo. Transportar las sacas de correo era muy complicado dada la limitación de espacio. Esto cambió en la década de los años 20. (Ver artículo «Los pioneros del transporte aéreo y sus dificultades«).
A partir de los años
20, en Reino Unido surgió la necesidad de transportar material y tropas a los
nuevos territorios de Oriente Medio. Para tal misión, se les ocurrió utilizar
el mayor avión disponible, el Vickers Vimy Commercial. El Vickers Vimmy
Commercial, era un modelo civil desarrollado a partir del Vickers Vimmy Bomber
que, a su vez, fue desarrollo de otro bombardero anterior, el Vickers Vimy. Tras
convertir el modelo Commercial, pasó a denominarse Vickers Vimy Vernon, el
primer avión dedicado al transporte de tropas y material en 1.921. Sería por
tanto el primer avión de pasaje en ser convertido al transporte de carga y
tropas. Ya posteriormente, se daría paso al modelo Victorias. Sin embargo, este
modelo ya no sería producto de una modificación sino fabricado directamente para
ese cometido.
En el otro lado del Atlántico, la American Railway Express,
utilizó el modelo Handly-Page Bomber convertido en 1.919 para poder transportar
1.100 lbs de carga entre la ciudad de Washington hasta la de Chicago. Aunque
aún no se utiliza el término avión de carga, su utilidad pasaba por trasladar
correo. Fue de hecho, el “Air Mail Service” en Estados Unidos el que utilizó principalmente
dos modelos, el famoso DH4 “Jenny” y el J1 de Standard Aircraft Coporation.
Ambos entrenadores del ejército que fueron modificados para habilitar un
espacio entre el piloto y el motor para colocar las sacas de correo.
Como tal, la carga aérea no se desarrolló hasta la Segunda Guerra
Mundial. Durante el desarrollo del conflicto existió por primera vez la
necesidad de trasladar carga y material, no sólo para el traslado de tropas,
sino carga. Tanto es así, que la Luftwaffe estaba interesado en un modelo que
sustituyese a sus viejos JU 52/3M. El fabricante Arado Flugzeugwerke había
diseñado el Arado AR 232. Sin embargo, la Luftwaffe apenas lo utilizó dado el
gran número de aparatos que estaban siendo fabricados en aquel momento. Tan
sólo fueron fabricados alrededor de 20 unidades.
El diseño de este avión fue sin duda, un diseño
revolucionario. Era el primer avión diseñado para la función de carguero. La
estructura del ala estaba situada en la parte superior de la aeronave y dejaba
un fuselaje diáfano, una cola doble al final del fuselaje, y puertas
hidráulicas con una rampa para permitir la carga y descarga de mercancía
rodada. Además, el tren de aterrizaje había sido diseñado para operar en distintas
superficies no preparadas, lo que le daba gran polivalencia operativa.
Otro avión digno de mención es, sin duda alguna, el DC3.
Cuando estalló la guerra. El ejército norteamericano necesitaba un avión de transporte
de tropas y mercancía de acuerdo a sus necesidades. La Douglas Company disponía
en ese momento del DC3, el mejor avión de transporte de pasajeros hasta el
momento, en producción y en gran número disponible.
Las modificaciones necesarias eran, abrir en la parte
trasera derecha del fuselaje un hueco grande para la instalación de un portalón
de carga, reforzar el suelo de la aeronave para soportar mayores pesos, y otros
mecanismos para operaciones militares como el gancho para arrastrar planeadores
y camillas o asientos para llevar paracaidistas. El avión modificado pasó a
llamarse C-47.
Tras el fin de la guerra, había un gran número excedente de
aeronaves convertidas a cargueros procedente del ejército. Famosa es la
historia de los “Flying Tigers” con su aerolínea carguera iniciada con aviones
C-93 Conestoga, aviones cargueros excedentes de la marina norteamericana.
Con el paso de los años, los aviones cargueros puros se
hicieron un hueco en el negocio de la aviación, ofreciendo servicios regulares
de carga entre muchos destinos. Sin embargo, apenas existían modelos de aviones
cargueros puros. Todos los aviones cargueros puros eran diseñados con
propósitos de militares. En el ámbito civil, todos los cargueros partían de la base
de aviones civiles: B747, B767, BAe146, ATR72, etc… Aunque se fabricasen como
cargueros eran modelos basados en diseños de transporte de pasaje.
Cuando se realiza la conversión a carguero.
Cuando un avión de pasaje llega a su máxima vida operativa
como avión de pasajeros, tiene dos opciones: Retirarlo para despiece o ser
reconvertido a avión de carga.
La vida máxima operativa se determina por el coste de
realizar una revisión de mantenimiento tan extensa que superaría el valor de
mercado de la aeronave. Hay que tener en cuenta, que la aeronave, durante su
vida operativa se devalúa a lo largo de los años. Además
de su obsolescencia tecnológica, cuantos más años, el número de inspecciones de
mantenimiento se vuelven más recurrentes y profundas, llevando así a la
previamente mencionada vida máxima operativa. Es el momento de darle la opción
a una segunda vida: la conversión a carguero.
Cuando un avión de pasaje se va a convertir a carguero, es
necesaria una revisión total del aparato, una modificación de su estructura y
de algunos sistemas. Esto se realiza en talleres especializados y el tiempo
empleado en su realización es inferior al de fabricación del avión nuevo,
teniendo la ventaja del tiempo de entrega a su favor.
En la oferta de los fabricantes de aviones existe la de
aviones de carga nuevos de fábrica. Sin embargo, su precio es muy superior al de
utilizar un avión con un valor inferior al de mercado y sumarle el coste de la
transformación a carguero. Económicamente es más rentable. Aproximadamente la mitad
de los aviones de tamaño medio son reconvertidos a cargueros, sin embargo, en
los últimos años, tan sólo una tercera parte de los aviones grandes o de
fuselaje ancho han sido reconvertidos, aumentando el número de aviones cargueros
nuevos de fábrica debido a que los convertidos son menos eficientes respecto al
gasto de combustible.
La transformación a carguero.
Para realizar la conversión, hay que pensar que el
habitáculo interior está pensado para transportar personas y hay que
habilitarlo para un nuevo tipo de misión: La carga.
Para ello, se retira todo lo que no es necesario nunca más
como el equipamiento interior de asientos, embellecedores, la moqueta, los
baños, el sistema de máscaras de oxígeno del pasaje, armarios, etc… Tan sólo se
deja, o se modifica el galley delantero y el baño. Al fin y al cabo, los
pilotos de carga también tienen necesidades. Además, se instala una división
entre la bodega principal de carga, donde antes iban los pasajeros sentados, y
el galley delantero. Habitualmente una malla de contención o un muro de gran
consistencia para evitar que un supuesto desplazamiento de la carga llegue
hasta la cabina. Como dato, ha de ser capaz de resistir 9 G. Una pequeña puerta
da acceso a la bodega desde la cabina.
Además, las puertas de entrada al avión se eliminan o
desactivan. Dejando las dos delanteras. Los suelos se refuerzan y, se les instala
un sistema de rodillos o bolas giratorias para desplazar los grandes
contenedores y pales de carga, y un sistema de fijación de la carga al suelo
para evitar su desplazamiento durante el vuelo. Hay que tener en cuenta, que el
peso por metro cuadrado de la carga es superior al de los pasajeros.
En el proceso de transformación, normalmente en su parte
delantera o trasera izquierda se le recorta su estructura para dar cabida a un
gran portalón. Alrededor se refuerza la estructura dado el peso de la puerta.
En cuanto a sistemas, el sistema hidráulico es modificado
para permitir la apertura y cierre del portalón de carga. En la bodega principal,
se le instalan luces y un sistema de detección de humo. Algunos con sistemas de
extinción de incendios. Estos Sistemas tienen a su vez su representación en
cabina.
Esta transformación supone un incremento de peso al avión,
sobretodo la instalación de la puerta de carga. Dicho lo cual, es interesante
tener en cuenta, que el alcance del avión es ligeramente inferior a su homólogo
de pasaje.
Una vez finalizada la transformación en un centro de
mantenimiento aprobado para hacerlo, la denominación del avión cambia. Dicha
denominación proviene del centro donde ha sido realizada la modificación. Las
tres principales son estas:
BCF – Boeing Converted Freighter.
BDSF – Bedek Special Freighter.
PCF – Precision Conversions
Freighter.
Así encontramos los B767-300BDSF de Atlas Air, los B747-4H6M
(BCF) de Kalitta air, o los B757-256PCF de DHL.
Otras denominaciones pertenecientes a aviones nuevos son los
denominados “F”, como los B747-8F, Los B777F, los A330F, o los BAe 146QT (Quiet
Trader) que tenía TNT operados por Pan Air líneas aéreas.
Otros cargueros.
En el mundo de los aviones de carga, existen dos tipos que no
hemos mencionado antes. Aunque no son modelos de pasaje convertidos a cargueros
en todos los casos.
Existen modelos de aviones que son convertibles, es decir,
aviones cuya operación permite volarlo como avión de pasaje, y al desembarcar,
cambiar su configuración rápidamente para llevar carga. En este caso, el avión
tiene una puerta de carga y, los asientos, van instalados sobre unos palés que
permiten sacarlos uno a uno dejando a la vista el suelo con los rodillos de una
bodega de carga. En este caso, estos aviones dejan los baños traseros y los
armarios superiores instalados. Son aviones que permitían volar por el día pasajeros
y por la noche carga dando lugar a una flexibilidad operativa a las compañías
que lo operan.
Con el tiempo este tipo de aviones ha quedado muy en desuso
dada la gran especialización que existe en el sector de la aviación comercial.
Además, estos aviones presentan ineficiencias tanto para carga como para
pasaje.
Otro tipo de carguero
es el conocido como “Combi”. Como su nombre indica, su función es llevar tanto
carga como pasaje al mismo tiempo. Para esto, algunos modelos sí se han convertido
de pasaje a combi, y otros salieron de fábrica en esta configuración. Como los
anteriores modelos han caído en desuso, aunque todavía se pueden ver algunos en
Sudáfrica operados por la compañía Safair, o en Alasaka. Estos aviones son
normalmente utilizados en rutas a destinos remotos donde la afluencia de pasaje
no es mucha y es el único medio para proveer de equipamiento y otras necesidades
en estas poblaciones.
El A321P2F en datos.
Ya que empezamos el artículo hablando del A321P2F,
ofrezcamos algunos datos al respecto. El A321, es un avión actualmente sólo
existente en versión de pasaje.
Actualmente hay dos empresas que ofrecen la conversión del A320 y A321 en carguero, PACAVI y EFW. La empresa californiana de San Diego y la alemana, ofrecen la conversión de aviones de los A320-200 y de los A321-100 y -200. El A320P2F con una carga de pago de unas 21 toneladas tiene un alcance de 3.900 km y, el A321-100P2F, que es el de peso más bajo, con una carga de pago de 24,7 toneladas, puede alcanzar los 4.100 km.
En cuanto a costes por cada sector de 400 NM, respecto al
B757, principal competidor, son muy inferiores con tan solo 2 toneladas de
carga de pago de diferencia, menor en el 321 que en el 757.
El A320 es capaz de llevar 22 toneladas de carga de pago en
diferentes tipos de contenedores estándar. Incluyendo los de la bodega inferior,
ofreciendo un volumen de 167 m3. Por el contrario, el A321P2F tiene algo más de
capacidad de 28 toneladas de carga de pago y ofrece un volumen de 218 m3.
Con respecto a las bodegas inferiores, ofrece mayor volumen que
el B737. La diferencia radica en que las puertas de la bodega se abren hacia
afuera en el A320 de manera que no bloquea espacio interior como en el 737,
cuya puerta abre hacia adentro.
Sin duda un avión con mucho futuro en el transporte
aéreo de carga. Aunque otros aviones como los B737-800 P2F transformados por AEI
no se quedan atrás. Un salto en eficiencia en el mercado de la carga aérea por
sus bajos costes de operación por tonelada de cargo transportada.
Airbus comunicaba que en el año 2.021 el A380 dejará de ser fabricado, poniendo fin a 16 años del llamado “Super jumbo”. Boeing, mediante su vicepresidente de maketing Randy Tinseth dijo: “francamente, no veo una demanda para aviones realmente grandes”. El tiempo ha dado la razón a Boeing. ¿Pero que otros proyectos han fracasado a lo largo de la historia de la aviación comercial? Aquí va alguno de ellos.
El fracaso de la era moderna. El A380.
En 2.007 entró en servicio el primer A380 con la aerolínea
Singapore Airlines. Posteriormente las aerolíneas de bandera de Asia, Europa y
Oriente Medio incorporaban también el A380 a sus flotas y convertiría en su
flota más emblemática.
Desde el punto de vista del pasajero, pronto el “super
jumbo” se ganaría a los pasajeros más exigentes. El espacio, su silencio y la
nueva tecnología aplicada al pasajero tuvo un efecto muy positivo. Sin embargo,
y en contrapartida, las compañías con el tiempo comenzaron a recelar del avión.
Si bien, responde a rutas muy densificadas, llenarlo se convertía también en un
reto financiero para las aerolíneas.
El proyecto con el tiempo tuvo unos sobrecostes en la
fabricación que encareció el producto final. Mientras que en 2.005 el precio de
catálogo era de entre 315 y 335 millones de dólares, en 2.015 su coste
alcanzaba los 430 millones de dólares. El consejero delegado de IAG, siempre ha
dicho que es un gran avión, pero el precio ha sido siempre su mayor queja: “Airbus tiene que bajar el precio del A380
para elevar las ventas”.
Airbus que planeaba vender en torno a 700 unidades, lleva
entregados 234, y sólo le quedan 14 más por entregar después de que su
principal cliente, Emirates, anunciara que reducía su actual pedido de aviones
y convertía parte de el en el último modelo del fabricante, el A350.
Boeing, años atrás se mostró muy reticente ante la aparición
del A380. Mientras que Boeing desarrollaba el Boeing 787, más pequeño que el
777 y el 747, pensaba que el mercado mundial evolucionaba hacia un desarrollo
de rutas aéreas punto a punto, de menor densidad de pasajeros y distancias más
largas, y el Boeing 787 se adaptaba mejor a ese modelo. No obstante, ellos ya
contaban con el Boeing 747, éxito de ventas desde 1.970 y lo único que habrían
de hacer era crear una nueva versión del mismo.
Cuando Boeing se planteó varias veces modernizar el Boeing
747, fue consecuente con su decisión. O se modernizaba a un coste muy bajo, o
se cancelaba la producción del mítico “jumbo”. Así, aplicaron tecnología ya existente
del 787 en el nuevo 747-8i. No obstante, no obtuvo mucho interés de las
aerolíneas como ya predijeron inicialmente. Con todo y con ello, han vendido
más de 1.500 unidades de su modelo más emblemático en 50 años de existencia.
El concorde. El fracaso
como base del éxito.
En 1.969, realizaba su primer vuelo el Concorde 001. Era el
resultado de la “concordia” entre British Aircraft Corporation y Aérospatiale.
A finales de los años 50 del siglo pasado, algunos
fabricantes de aviones de la época pensaban desarrollar e introducir en el
transporte aéreo aviones supersónicos. La tecnología que se había desarrollado
en el ámbito militar todavía requería de una evolución más. En la aviación
militar se alcanzaba el vuelo supersónico en determinados momentos, pero la
tecnología no era capaz de mantener un vuelo durante varias horas a velocidad
supersónica. Los motores, y la estructura del avión debían ser el objeto de
dichas mejoras. Si bien los norteamericanos estaban trabajando en ello, los
británicos y los franceses ya tenían muy avanzado el proyecto. No obstante, su
desarrollo era tan caro, que para desarrollar y vender de manera masiva el
avión requería de una inversión conjunta. Capital que llegaría a través de los
estados francés e inglés. Nació el proyecto de un avión de largo radio para una
capacidad de 100 pasajeros: El Concorde.
En enero de 1.976 entraba en servicio el Concorde, sin
embargo, no lo haría de la manera esperada. Durante la fase de presentación del
avión, había acumulado el interés y pedidos de varias aerolíneas, entre ellas
Pan Am. British Airways y Air France recibieron grandes subvenciones de sus
respectivos gobiernos para que compraran el avión. Hasta 1.972, tenía más de 70
pedidos del modelo. Debido a varios factores las aerolíneas comenzaron a
cancelar sus pedidos y rebajar sus pretensiones sobre el avión.
En aquella época, el transporte aéreo era un modelo muy
protegido y poco liberalizado. La intervención de los gobiernos ante la
competencia era muy proteccionista respecto a sus operadores y fabricantes. En
Estados Unidos, el proyecto del avión supersónico Boeing 2701 fue cancelado en
1.971, dando como resultado una hipotética hegemonía europea. Así, la oposición
del gobierno norteamericano fue muy elevada.
Entre los problemas de mayor éxito mediático era el
medioambiental. El Concorde, como cualquier avión supersónico de la época, al
acelerar de velocidad subsónica a velocidad supersónica, se producía en el
perfil alar una onda de choque y un estampido sónico que generaba un ruido que
era escuchado desde muchos kilómetros de distancia en tierra.
El estampido sónico supuso el origen de las protestas de los
vecinos de las zonas donde se producía. No sólo en Estados Unidos, que utilizó
de la mejor manera posible para evitar los vuelos del Concorde sobre su
territorio, sino también en otras zonas de Inglaterra e Irlanda. El Congreso de
los Estados Unidos prohibió el vuelo del Concorde en sus aeropuertos.
Sólo a partir de 1.977 la Corte Suprema de Estados Unidos
permitió el vuelo del Concorde en Estados Unidos, debido a que en aquel momento
se demostró que existían muchos modelos de aeronaves subsónicas que tenían un
nivel de ruido mucho mayor que el del Concorde. Los vuelos a New York se
pudieron inaugurar y mantener hasta el final de la vida del Concorde.
Si bien aquel problema medioambiental se palió mediante la
aplicación de nuevos procedimientos operativos y diversas batallas legales, el
daño a ese respecto estaba hecho.
Además de otros factores, algunos menos importantes, se
encontraba uno de índole económica. Durante el desarrollo del avión, no
tuvieron en cuenta el coste del precio del petróleo, para entonces un bien
abundante y barato. Sin embargo, la crisis del petróleo de los años 70 provocó
que las aerolíneas tuvieran que racionalizar su uso intentando por todos los
medios de reducir su coste en los balances. Otro motivo más para no comprar el
Concorde.
Un sobrecoste de más de 5 veces mayor del planificado en su
diseño y construcción, más de 1.300 millones de libras de la época. La crisis
del petróleo, la campaña mediática en contra y la gran preocupación acerca del
ruido, supuso la cancelación del proyecto. Sólo 20 unidades fueron fabricadas.
Incluyendo los 6 de pruebas.
Como contrapartida al fiasco económico del proyecto, pondría
de manifiesto que la industria aeronáutica europea contaba con suficiente
tecnología y medios económicos para poder desarrollar una industria aeronáutica
que pudiera poner fin al monopolio de los fabricantes norteamericanos. Se
constató que la unión de varias empresas aeronáuticas como la inglesa,
francesa, española, alemana e italiana principalmente podían trabajar en una
misma dirección compartiendo objetivos. Había nacido Airbus.
El avión que no
“llegó lejos”. El Mercure.
Cuando en abril de 1.967 Boeing realizaba con éxito el vuelo
del Boeing 737-100, el fundador de Dassault Aviation, Marcel Dassault realizó
junto a la aviación civil francesa un estudio de mercado de un avión comercial
civil de corto radio para poder competir con el 737. Así demostraría que la
aviación francesa era capaz de desarrollar un modelo civil basado en todos sus
conocimientos en la fabricación de aeronaves militares como el Mystères o el
Mirage.
El modelo elegido era muy parecido al 737 físicamente, pero
con una capacidad mayor, ya que éste contaría con 140 asientos en lugar de los
100 del B737-100, o 115 del B737-200.
El primer prototipo voló en mayo de 1.971. Equipaba dos
motores JT8D – 11 Turbofan de la casa Pratt & Whitney. El avión,
certificado en 1.974 contaba con grandes innovaciones como por ejemplo el HUD
(Head-Up Display), usado en cazas, pero hasta entonces no en la aviación civil.
Contaba con una superficie alar y un perfil muy fino que permitía volar a
velocidades mayores que las habituales. Decidieron dar mayor capacidad de carga
para dar cabida a los 140 pasajeros y redujeron la capacidad de combustible a
su vez, lo que reducía su alcance a tan solo 1.700 km.
En aquella época, el DC-9 y el nuevo modelo Boeing 737 eran
los competidores en el segmento del Mecure. Cuando apareció el Mercure 100,
pareció no tener cabida. El DC-9 y el 737 eran modelos mucho más eficientes y
de mayor alcance (superior 2.400 km), lo que limitaba el mercado del Mercure al
regional o doméstico europeo. Tan sólo la francesa Air Inter se interesó y
compró 10 modelos del aparato para sus rutas domésticas. Algunos directores de
aerolíneas norteamericanos se permitían criticar el avión, y decían del Mercure
que era el puro ejemplo del “chovinismo
francés”, y que “habían creado un
avión que no podía salir de Francia”. Haciendo alusión a su limitado
alcance.
El Mercure 100 no tuvo éxito alguno fuera de las fronteras
francesas. Tanto es así, que Dassault intentó entrar en el mercado
norteamericano mediante acuerdos con McDonnell Douglas o el fabricante de
motores General Electric sin resultado. El mercado norteamericano, como hemos
visto anteriormente nunca puso fácil a los fabricantes de aeronaves extranjeros
entrar en su mercado.
Un futuro desarrollo del Mercure, la serie 200, se quedó en
nada debido a la falta de confianza del gobierno francés y, por lo tanto, el
proyecto no tuvo el apoyo financiero necesario.
Air France, que había mostrado interés y colaborado en su desarrollo se
quedó también sin avión.
El Mercure, como el Concorde fueron diseñados en un contexto
económico diferente al de su construcción. Hay que tener en cuenta, que estos
diseños fueron elaborados a mediados de la década de los 60, y su construcción,
venta y desarrollos posteriores, entraban en la década de los años 70, donde la
crisis del petróleo, excesos de capacidad en ciertos mercados, proteccionismos
gubernamentales, entre otros factores, llevaron a los fabricantes al borde de
la quiebra, perdiendo miles de millones de dólares.
El Mecure nació con un alcance demasiado limitado. El
consumo de combustible del JT8D era demasiado alto para la época en que tuvo
que desenvolverse y pronto tuvieron que buscar un motor alternativo, el SNECMA.
Pero llegó tarde.
Además, en aquella época, los costes variables de las
aeronaves eran relativamente bajos, lo que les permitía volar más rápido entre
sus destinos. Existía una competición entre Air France y Air Inter por ver
quien volaba en menor tiempo, reduciendo los tiempos en tierra y maximizando el
número de sectores. El consumo de
combustible era exorbitado y ante la crisis del petróleo supuso un nuevo revés
al Mercure.
A pesar de las novedades tecnológicas aplicadas en el avión,
tan sólo se construyeron 12 unidades y el proyecto se canceló en 1.975, cuatro
años después de su inicio. El último vuelo comercial tuvo lugar en 1.995 con
360.000 horas de vuelo acumuladas y una fiabilidad del 98%.
Límite de mercado
para el Tristar.
En los años 60, American Airlines necesitaba un modelo de
avión más pequeño que el B747 para sus rutas entre la costa este norteamericana
y Londres, y vuelos desde su hub de Dallas a Sudamérica y el resto del país.
Para ello contactó con McDonnell y con Lockheed.
Por aquella época, Lockheed no fabricaba aviones civiles
desde 1.957, con excepción del Electra L-188, un turbohélice cuatrimotor que
luego derivaría en el avión militar P3 Orion. Sin embargo, Lockheed sí que
había obtenido varios éxitos en aviones militares como el C-5 Galaxy y el C-130
Hercules. Un éxito que le animó a aceptar el reto de construir un avión civil.
El proyecto inicialmente era un diseño bimotor. Por aquel
entonces, para poder volar lejos de la costa más allá de 30 minutos el avión no
podía ser un bimotor. Ley que se mantendría hasta los años 80 con la aparición
del B767. Por ello, McDonnel y Lockheed diseñaron finalmente un trimotor.
Durante la fase de construcción del Lockheed L-1011 “Tristar”, sufrieron serios retrasos
debido al nuevo motor de Rolls – Royce RB211. Problemas en la fábrica y en el
diseño del nuevo motor supusieron un duro revés para Lockheed. El nuevo motor
se convirtió en un éxito tecnológico de muy alta fiabilidad y silencioso.
El Tristar, fue un avión en el que se aplicaron nuevas tecnologías. Entre ellas, el diseño de la localización del motor central que estaba diseñado para el RB211, más pequeño que otros del mercado. De esta manera, y como en el 727, contaba con un difusor de entrada en forma de “S” para reducir la resistencia aerodinámica y facilitar el mantenimiento. Al contrario de cómo ocurría con su competidor el DC-10.
A pesar de que el L-1011 era más ligero que su competidor,
resultó más pesado de lo planificado para ese motor, y tuvo que desarrollar una
nueva versión de motor para sus versiones posteriores. Además, McDonnell
utilizó un motor mucho más eficiente, con más potencia y más fácil y rápido de
fabricar, lo que, a pesar del mayor peso del DC-10, lo que suponía reducir los
tiempos de fabricación.
Entre otras cosas, Lockheed tuvo que diseñar tecnología
nueva para su nuevo avión, de gran fiabilidad, lo que, unido a los retrasos con
el motor, le supuso una carga financiera elevada. Su competidor directo,
McDonnell utilizó la tecnología ya presente en el DC-8 y se ciñó a su
presupuesto de fabricación con mayor rectitud.
En 1.984, tras los malos resultados económicos conseguidos,
Lockheed entregó su L-1011 número 250, convirtiéndose en el último avión civil
fabricado por Lockheed.
Hay que decir, que tanto McDonnell y Lockheed sufrieron
financieramente compitiendo en un mercado muy limitado en número de clientes
potenciales y en tiempo. ¿En tiempo? A finales de los años 70, Boeing ya había
comenzado a diseñar el Boeing 767, un ¡bimotor! Que entraba en competencia
directa con el DC-10 y el L-1011. Sólo tenían 10 años antes de que el 767 se
convirtiera en la sentencia para ambos modelos.
La lucha
contracorriente. Sukhoi SSJ 100.
La aviación rusa siempre ha sido muy endogámica. A penas
hemos visto aviones rusos volando en compañías occidentales o asiáticas, y tras
la caída del régimen soviético, una profunda crisis en el sector de la
construcción aeronáutica impidió que pudieran mantenerse en el diseño puntero
hasta principios del siglo XXI.
En 2.005 se llevó a cabo una consolidación de constructores
rusos llamado UAC (United Aircraft Corporation). Con la creación de este grupo,
entre los que podemos encontrar las más conocidas Ilyushin, Beriev, Sukhoi,
Mikoyan, Tupolev y Yakovlev, y otras más pequeñas, Rusia pensaba crear
programas de aviones civiles que pudieran competir en el mercado con los
aviones norteamericanos y europeos, además de introducirse en el mercado chino
y conseguir sustituir sus viejos Tupolev aún en servicio.
Entre los proyectos más novedosos son el Irkut MC21, aún en
desarrollo y del que se espera su primer vuelo comercial en 2.021; y el Sukhoi
SSJ 100.
El Sukhoi SSJ 100, es un avión regional para 100 pasajeros.
Actualmente se ha superado la cifra del centenar de aeronaves. Sin embargo,
existen diversos problemas institucionales y técnicos por resolver que ha
provocado que varios operadores hayan tenido que parar su flota, Interjet y
Cityjet entre ellas.
Cuando el SSJ 100 apareció en el mercado provocó tanto en
occidente como en Asia una aceptación relativamente buena y originó el interés
de varios operadores regionales. Un avión regional con una tecnología moderna,
unos costes de fabricación y operativos bajos lo hacían económicamente
interesante.
Sin embargo, durante 2.016 la Agencia Federal de Transporte
Aéreo dejó en tierra 6 unidades debido a problemas de fatiga en los metales.
Durante 2.017 se consiguió mejorar su fiabilidad hasta alcanzar el 97% tras sufrir
varios problemas con los sistemas del avión. Además, Yakutia Airlines tuvo
problemas con los motores, teniendo que realizar inspecciones entre las 1.500 y
3000 horas de vuelo, en contra de sus especificaciones de 7.000 horas como
decía el fabricante.
Este pasado año, Brussels había alquilado a Cityjet varias
unidades de SSJ100, sin embargo, varios problemas en el despacho de las
aeronaves provocaron que su disponibilidad quedase por debajo del mínimo
aceptable por Brussels, y Cityjet tuvo que parar la flota.
Por otra parte, tras las tensiones sufridas en el ámbito de
la política internacional, las sanciones de Estados Unidos hacia Rusia. Por
ello, los equipos tecnológicos han de reducirse con el tiempo si quieren
exportar su aeronave hacia otros países. Entre ellos Irán. Por el momento, el
SSJ utiliza alrededor de un 50% de partes occidentales, y se espera poder
sustituir parte de ellas antes de 2.021. El APU, el sistema de navegación
inercial y el tren de aterrizaje, entre ellas son de fabricantes norteamericanos
o europeos.
Con todo y con ello, el avión puede quedar relegado a un
fracaso si no se solucionan todos estos problemas. Los técnicos, que afectan a
fiabilidad del avión, afectan directamente a la viabilidad de las compañías
aéreas. Ante un negocio muy volátil, puede suponer un duro revés para las
expectativas del SSJ 100, que tiene como objetivo vender mas de 350 unidades en
los próximos 10 años.
Conclusión.
Cómo cualquier otra empresa que decide lanzar un producto al
mercado, se han de tener en cuenta muchas variables. Sin embargo, incluso
cuando el producto no es necesariamente malo, la competencia puede ser voraz.
Por otra parte, existen multitud factores exógenos y no
controlables como la subida del petróleo que hagan diferir al cliente de la
filosofía del producto. Las inversiones en nueva tecnología que se quiere
aplicar antes que la competencia y de la que no se ha tenido demasiado tiempo
para probar; o bien, una larga cadena de proveedores con tiempos de producción
muy ajustados en los que cualquier retraso puede provocar retrasos y desajustes
del programa completo y con penalizaciones económicas por parte del cliente.
Uno de los casos más dramáticos, no comentado por su fama, fue el del De Havilland Comet. El primer reactor comercial. Ser los primeros significaba la implementación de tecnología en la manera comentada en el párrafo anterior. La fatiga del material al presurizar el avión provocó varios accidentes en corto espacio de tiempo, dejando al modelo en tierra hasta conseguir la solución. Esto hizo que, cuando llegase el Comet IV con los problemas solventados, el proyecto Comet fuera insostenible económicamente, y dio tiempo a la competencia a entrar en el mercado con los existosos modelos B707 y DC-8.
En otro ámbito de factores, la situación política afecta
sensiblemente al número de pedidos de los aviones. El caso de Irán, o el
bloqueo de Rusia es un ejemplo. Sin olvidar el caso del Concorde.
El último factor digno de tener en cuenta tiene que ver con los
tiempos de diseño, obtención de financiación para un proyecto y la capacidad de
producción. Todo este proceso es lento, lleva varios años y, una vez arrancado,
alcanza una inercia tan alta que cualquier modificación genera un efecto dominó
que se prolonga bastante en el tiempo. Esto supone que el tiempo desde la toma
de una decisión hasta comprobar si su resultado es el esperado o no, es largo y
caro, muy caro.
Volamos el A320 NEO. Descubre las sensaciones a través de los ojos de uno de sus pilotos.
El pasado mes de junio, Iberia se convirtió en la primera aerolínea española en operar el A320 NEO; casi al mismo tiempo, hizo lo propio con el flamante A350, dando el salto a la nueva generación de aviones, caracterizados por sus bajos consumos y emisiones.
En esta entrada, analizaremos e intentaremos transmitiros las sensaciones de manejo del A320 NEO, dejando para sucesivas entradas al hermano mayor, A350.
Conocido como NEO (New Engine Option), el A320 NEO es la reinvención del best-seller de Airbus. Sobre una célula muy similar a la del 320 clásico (rebautizado como CEO), el NEO incluye como principales diferencias el motor CFM LEAP-1A y la instalación de sharklets.
No menos importantes, pero no tan a la vista, son las mejoras a nivel de sistemas como las nuevas protecciones del FADEC (Full Authority Digital Engine Control), las modificaciones en el sistema de sangrado, el nuevo sistema de radar meteorológico o la nueva función de TCAS operado por el piloto automático.
Sin entrar en temas muy complejos, que no obstante os contestaremos si así lo deseáis, mediante la sección semanal de preguntas y respuestas, pasamos a comentar la gran diferencia de este avión, con respecto al resto de su familia, el motor.
Como hemos detallado en las primeras líneas de esta entrada, el CFM LEAP-1A ha sido la planta de potencia elegida (existe igualmente la posibilidad de equiparlo con el Pratt & Whitney PW1000G, si bien el motor CFM es de momento la opción preferida, y la que hemos tenido oportunidad de volar).
Pero vamos a dejarnos ya de preámbulos, y comencemos con lo que de verdad nos gusta.
Pasan poco más de las 06:00 UTC, de la que es una mañana calurosa de verano, en la que tras la firma y despacho del vuelo, nos dirigimos al avión invadidos por una mezcla de emoción e intriga ante nuestro primer vuelo en el NEO.
Tras la Safety Inspection, corro escaleras abajo de la pasarela con ganas de conocer en primera persona nuestro nuevo avión.
A primera vista, en la zona delantera, llama la atención el Raccoon Mask (o antifaz), se trata de una pintura oscura en el perímetro del parabrisas, que cumple teóricamente una función meramente estética, si bien me pareció que ayuda también a eliminar en cierta medida el incómodo reflejo del sol en crucero.
Poco a poco, descubro pequeños detalles, como los focos LED o el LIP, un dispositivo aerodinámico situado en la zona de encastre de plano y junto con modificaciones en flaps y slats, permite velocidades de aproximación más bajas, y por ende menores distancias de aterrizaje.
Ya por el rabillo del ojo, atisbo el tremendo motor, pero hago un esfuerzo por continuar con orden mi walk-around, registros cerrados, borde de ataque…y por fin me sitúo frente al motor, ¡amor a primera vista!
El derroche a nivel tecnológico y de materiales es tremendo, fibra de carbono, kevlar, cerámica, titanio y aluminio con unos detalles constructivos como el perfil de los alabes, las superficies del intake o el escape.
Lo primero que sorprende de la planta de potencia, es el tremendo fan que tiene, con un diámetro interior de 198 cms, 25 más que el CFM 56 del 320 CEO, obtiene un ratio de by-pass de 11:1 esto quiere decir, prácticamente el doble que el anterior motor, mejorando la eficiencia cerca de un 50%.
Podéis imaginar que el nuevo camino a seguir por los fabricantes de motores es este, el incremento del ratio de by-pass, donde cada vez es más importante la generación de empuje por el fan, en lugar del generado en el hot-core. Con este tipo de motor, el NEO consigue reducir las emisiones de CO2 y de sonido en un 50% y los consumos en un 15%.
Rápidamente, pero con todo el detalle que el walk-around requiere, finalizo la inspección y vuelvo a la cabina donde el Comandante, también muy ilusionado no para de repetir a la vez que señala “¿pero ha visto esto?, ¿y esto otro?”, y es que, es cierto que estudiamos el avión con detenimiento antes de operarlo y somos evaluados en su manejo cada 6 meses, pero cuando te sientas por primera vez en un modelo nuevo, aquellos que disfrutamos con la aviación nos emocionamos.
Pronto, ya con nuestra autorización y pasaje embarcado, pedimos retroceso y puesta en marcha. Una peculiaridad del motor LEAP es la puesta en marcha, para arranques con motor caliente, al seleccionar la ignición se realiza un ciclo automático ventilación para reducir la temperatura del core y evitar stress térmico, así como incrementar las posibilidades de que el arranque sea satisfactorio. Este ciclo, unido a una mayor motoring speed del motor de arranque y al diámetro mayúsculo del fan, hacen que el arranque se pueda demorar hasta 2 minutos. Esta fue la primera sensación distinta que tuvimos, de igual manera, la transferencia de barras eléctricas es mucho más sutil y apenas se nota la entrada o salida de las mismas.
Los parámetros de estabilización del motor son algo más altos, tras realizar las listas y obtener instrucciones de rodaje, comenzamos nuestro taxi. El motor tiene un mayor ralentí, con lo que solamente quitando el freno de estacionamiento el avión comienza a rodar, al contrario que en el CEO que requiere de cierto empuje para iniciar la marcha.
Ya rodando, lo silencioso que es, sorprende. Tras un breve taxi alineamos en pista, aplicamos potencia y ahí la sensación nueva, sin ninguna duda es el sonido a motor “gordo”, muy similar a un A330, en palabras del comandante.
Al rotar, el mando se siente firme, con mucha autoridad pero no nervioso, con aplomo. El ascenso, aún con un peso al despegue alto, es muy ágil con variómetros altos y reacciones rápidas. Se nota que los ordenadores a nivel de software han sido muy trabajados, ya que los perfiles Managed que ofrece no son bruscos.
Una vez en crucero, la Sobrecargo pasa por cabina, y surge la inevitable pregunta “¿qué tal ahí detrás?”, la respuesta es la misma que delante “muy silencioso”. Es sorprendente, a lo ya de por si ergonómica y silenciosa cabina del 320, lo que la del NEO aporta.
El Top of Descend se acerca implacable, y mientras terminamos los briefings y cálculos de performance, acordamos que la toma será con Configuración Full para ir calibrando un poco las reacciones, y haciéndonos a las características de manejo.
El descenso, nos lleva a través de algunas capas de nubes, donde los anti-hielos se conectan de manera automática, al contrario que en el CEO. El avión se siente rápido, planea mucho de manera similar al CEO con Sharklets. Ya en la aproximación se requiere cierta anticipación en la configuración para evitar aproximaciones desestabilizadas, el paso de configuración limpia a Conf 1 es similar al A320 CEO, a la hora de seleccionar Conf 2 se nota algo más de pitch abajo, con el tren de aterrizaje abajo y Conf 3 el avión frena, pero aún así se nota que vuela muchísimo más que la versión CEO, ya que el ralentí de aproximación es más alto.
Es en Conf Full donde realmente se nota la reducción de velocidad y el avión transmite esa sensación de ir “agarrado”. Nuevamente notamos, reacciones con cuerpo, transmitiendo sensación del tipo de un A321 cargado.
La recogida es un poco distinta a la del 320 CEO Sharklets, planea mucho y requiere anticipación y reacciones rápidas en los gases, si bien en el software de recogida se elimina el pitch down en final tan característico del 320, con lo que la maniobra es muy similar a la de aviones más grandes y convencionales.
Existen ciertas limitaciones en alabeo durante la toma, dado el tamaño de los motores, con lo que la técnica preferida de toma con viento cruzado es el de-crab on touchdown, es decir una vez el tren toma contacto, se aplica pedal para centrar el avión. Es igualmente aceptado, el de-crab on flare, es decir a unos 20 pies, realizar la recogida y aplicar pedal para centrar el avión, no obstante, esto puede generar cierta caída de plano contrario al viento (al aumentar la velocidad del flujo de aire sobre el plano y la sustentación) que es compensada de manera automática por el avión, otra novedad que incorpora este modelo, al contrario que el CEO que requiere de compensación manual de alabeo.
Ya en tierra, las reversas son muy efectivas, sorprende la capacidad de frenado que tienen, esto unido al sistema LIP, hacen que una toma a nivel del mar con una masa al aterrizaje cercana al máximo requiera de solamente unos 1300 metros de pista aplicando una frenada baja.
Las sensaciones de estrenar avión siempre gustan, pero he de reconocer que con este ha sido algo especial.
Esperamos que os haya gustado tanto como a nosotros este “vuelo”.
Artículo y reportaje fotográfico realizado por Mike M.
El Beluga XL de Airbus. El nacimiento de una nueva generación.
En 1994 el A300-600ST Beluga realizaba su primer vuelo. Tras pasar las pruebas de vibración, el Airbus Beluga XL pronto realizará el suyo. Su diseño “Frankenstein” responde a un propósito muy claro.
En 2.019, el Airbus Beluga XL deberá comenzar a operar dado que los bien amortizados A300-600ST, los viejos Beluga, deberán ser retirados en 2.025. Tras completar 48 de las 72 pruebas en tierra, ésta era sin duda una de las más duras. El objetivo de esta prueba es el de comprobar que la estructura es lo suficientemente resistente con las grandes modificaciones que el avión posee. No hay que olvidar que el modelo está basado en otro de los exitosos modelos de Airbus: El A330-200.
Las pruebas comenzaron con la pesada del modelo número 1 de Beluga XL a “pitch cero” y luego a “pitch nueve”, elevando el morro del avión 3,5 metros para determinar el centro de gravedad del peso en vacío del avión (BEW CG). Posteriormente, se le aplicaron cargas al estabilizador horizontal, las cuales fueron seguidas por evaluaciones independientes de la aleta ventral y del estabilizador vertical.
A lo largo de la historia de la aviación hay aviones que se han logrado a partir de otros modelos. Por ejemplo, los Boeing 727 y 737 partieron originalmente del Boeing 707/720. Cada uno con su éxito. Bien podrían ilustrarse en el libro “Aviones Bizarros” sobre varios de estos “Frankenstein” del aire.
Origen del “Frankenstein” Beluga.
Airbus sería un reto desde su creación en diciembre de 1.970. La recién creada Airbus estaba formada por varias empresas procedentes de varios países europeos. Su primer producto, el A300B pondría a prueba la logística del proyecto.
En los comienzos del proyecto, Airbus tenía fábricas repartidas por Europa. Las alas se fabricaban en Reino Unido, en Francia la sección delantera y trasera, el estabilizador horizontal en España, el fuselaje en Alemania. Al principio el transporte se realizaba con barcos y camiones, pero al incrementar la producción dejó de ser suficiente.
En 1.972, como solución al problema, Airbus compró cuatro unidades Super Guppy (Boeing 377 modificados), y como curiosidad habían sido utilizados para el programa espacial Apolo. Sin embargo, eran ya aviones viejos y tanto los costes de mantenimiento como su capacidad hicieron que Airbus se planteara crear un avión que se ajustase mejor sus requisitos de producción.
Por su puesto, había aviones con gran capacidad de transporte, pero no con el volumen que Airbus requería. Ni si quiera el Antonov 124.
En 1.992 las empresas DASA y Aéropastiale se unieron para dar forma al sustituto del Guppy. Para ello partieron de uno de los modelos que Airbus tenía: El A300-600. El diseño mantendría las alas, el tren de aterrizaje, la parte inferior del fuselaje y sus motores.
La parte superior del fuselaje fue retirada y sustituida por una estructura con un diámetro de 7,4 m. En la parte frontal, justo encima de la cabina de vuelo, se le instaló una puerta de carga de 17 m de alto. De esta manera permitía una bodega de carga diáfana y en un solo nivel. Con todo ello, El A300-600ST tiene una capacidad de carga de 47 toneladas.
En cuanto a la otra modificación significativa, la estructura de la cola, fue retirada y sustituida por una del A340-500. Además, le añadieron unos estabilizadores verticales que mejorarían la estabilidad longitudinal del avión y la maniobrabilidad.
Los retos del nuevo Beluga.
El nuevo Beluga viene a sustituir al actual a partir del año que viene por varios motivos. Uno de ellos, es que se trata de un modelo cuya certificación data de 1.994, por lo tanto antiguo, y con una caducidad señalada para el 2.025.
Además, casi tan importante como su edad, es otra de las causas que hacían del Super Guppy un modelo a sustituir: Medidas productivas.
Con la entrada en el terreno de juego del A350, Airbus necesitaría incrementar la producción de éste. Para ello necesitaba transportar dos secciones del ala en el mismo vuelo, en lugar de una como se está haciendo en el modelo actual de Beluga. Ampliar el volumen de carga era un requisito obligatorio.
¿Pero desde qué modelo partir? El A300-600 no era una opción ya. Los candidatos eran el A340 y el A330, modelo por el cual se decidió… Más o menos.
El avión utilizado como base para el Beluga traía consigo otro reto más. Como se ha mencionado, Airbus posee una fábrica en Reino Unido desde el que se fabrican las alas de sus modelos llamado Broughton. Sin embargo, la pista del aeropuerto de Hawarden, donde se encuentra la factoría era de tan solo 1.663 m.
El A300 posee una motorización capaz de despegar desde aeropuertos con pistas más cortas que el A330. La diferencia del diseño radica en que el A330 es un modelo para vuelos de largo alcance donde las pistas utilizadas son de media más largas. Por el contrario, el A300 no y capaz por tanto de operar en el aeropuerto más pequeño de la red de Airbus.
El A330-300 ó A340 no sería capaz de operar sin una extensión de pista considerable. Finalmente se optó por una solución intermedia. Alargar la pista de Hawarden hasta los casi 2.100 m. serían suficientes para el modelo escogido: El A330-200 con motores Rolls-Royce. Modelo en el que cual, los ingenieros de Airbus trabajaron intensamente en reducir el peso básico en lo posible.
Para conseguir alargar el modelo lo suficiente, se utilizó el modelo A330-200 desde la parte delantera hasta el encastre posterior del ala, y de ahí hasta la cola es un 300 cuya sección del fuselaje es más larga.
Para darle la estabilidad necesaria se le dotó de una deriva ventral más grande que la del modelo actual de Beluga. Y aunque se le dejaron los estabilizadores del 330, estos cuentan con un refuerzo y el añadido de los estabilizadores verticales como el modelo actual.
La puerta de carga y la estructura superior de la bodega principal es igual al anterior modelo con la salvedad de su alargamiento, permitiéndole 6 metros más.
Además, otro requisito en el que trabajaron era el de reducir la rotación de la aeronave en tierra desde los 90 minutos actuales hasta los 60 minutos en el nuevo Beluga. Sin duda una reducción considerable que pondrá a prueba a los equipos de tierra de los aeropuertos en los que operará.
Los retos del futuro.
Cuando el Beluga salió de la sala de diseño, uno se podría imaginar que podría responder a otros propósitos.
Dado que Airbus cuenta con centros de ensamblaje fuera de la Unión Europea como los de Estados Unidos y China, podría suponerse que el nuevo Beluga podría valer para trasladar y conectar dichos centros con las fábricas de sus componentes en Europa. Algo que actualmente se realiza por barco. Sin embargo, el nuevo Beluga nace sin tener la capacidad ETOPS (Extended Twin Engine Operations) que le permitiría alcanzar desde Europa alguno de estos centros.
Además, no olvidemos que el actual Beluga sirvió también para trasladar partes de la ISS (Estación Espacial Internacional) y algún satélite. Quizá veamos al nuevo Beluga realizar estos traslados en el futuro. Estos traslados, conllevan un reto. Se generan estudios y trabajo añadido al departamento correspondiente del operador para poder estibar tan preciadas cargas.
En cualquier caso, Airbus ha conseguido a priori el Beluga XL con mayor capacidad de carga, tanto en volumen como en peso que responde a unas necesidades, sobre todo productivas. Pronto veremos a este “Frankenstein” del aire surcar los cielos de Europa.
Quisera mostrar mi agradecimientos por la visita e información recibida a Iñigo Burgaz Aranguren, Flight OPS Engineering Office – Airbus Transport International.
Una gran tormenta destroza un avión de American Airlines.
Un avión Airbus A319 de American Airlines sufrió durante el vuelo granizo severo que le ocasionó daños importantes y el desvío al aeropuerto de El Paso.
El vuelo de American Airlines AA1897, un Airbus A319 – 100, con matrícula N806AW se dirigía a la ciudad de Phoenix (Arizona) desde San Antonio (Texas), cuando fue sorprendido por una tormenta a Nivel de vuelo 340 (34.000 pies sobre el nivel del mar).
La tormenta les sorprendió a 115 millas (NM) al nordeste de El Paso. La turbulencia y el granizo severo provocó a las 01:08z daños irreparables en ambos cristales delanteros y el cono de morro del avión. La tripulación de vuelo decidió desviarse a El Paso donde aterrizó con los 130 pasajeros y sus 5 tripulantes a bordo.
Previo al aterrizaje, realizaron esperas a 9.000 pies antes de iniciar la aproximación para gastar combustible y preparar un aterrizaje seguro siguiendo sus procedimientos. La visibilidad desde la cabina era casi nula debido al daño de los cristales. Aterrizaron 70 minutos después de abandonar su nivel de vuelo de 34.000 pies.
Los pasajeros reportaron que había rayos y un gran sonido proveniente del granizo golpeando el avión.
Sin duda, la tecnología ha mejorado muchísimo hoy en día y los radares meteorológicos con que cuentan las aeronaves nos dan a los pilotos de una herramienta fundamental de trabajo. Hay que conocer cómo se comportan estos fenómenos meteorológicos tan significativos y cómo usar adecuadamente los recursos para poder evitarlos.
Por otra parte, los pilotos hemos de planificar los desvíos con suficiente antelación. Las masas de aire se mueven en una dirección, el avión en otra, y ambas a velocidades diferentes. En el cielo la velocidad es muy relativa.
Utilizar bien la ganancia y trabajar con varias distancias del radar previene encontrarse con una célula tormentosa escondida detrás de otra.
El ángulo horizontal del radar es importante. 2,5º por debajo de la horizontal en una distancia de 40 a 80 millas es adecuado. No olvidemos que las células en desarrollo crecen en vertical con fuerte capacidad de ascensión y nos pueden sorprender desde abajo si no llevamos el tilt (ángulo) adecuado. Generalmente las posiciones automáticas de los nuevos radares funcionan muy bien.
Aunque parezca una obviedad, el trabajo de los dos o los tres pilotos, ha de ser bien coordinado pues puede llegar a ser muy estresante. Lo normal es llevar combustible extra cuando hay tormentas previstas porque cuando se comienzan los desvíos es fácil olvidarse de que el exceso de millas recorridas consume combustible.
Hay lugares geográficos donde las formaciones de tormentas son muy comunes (Véase la ITCZ), y temporadas del año cuando además son muy violentas como lo es la zona donde se vio sorprendido el A319 de American Airlines.
Ello último de los modelos de pasillo único de Airbus incrementa su alcance adquiriendo capacidad de vuelo transatlántico.
El primer A321LR (Long Range – largo recorrido) de Airbus, el MSN7877, ha completado su primer vuelo tras una misión que ha durado 2 horas y 36 minutos. Equipado con motores CFM Leap-1A, el avión se dispone ahora a iniciar un programa de casi 100 horas de ensayos en vuelo, incluidas misiones transatlánticas, para la obtención de la certificación tipo de la EASA y FAA en el segundo trimestre de 2018. El modelo tiene prevista su entrada en servicio para el cuarto trimestre de este año.
La tripulación del avión ha estado compuesta por los pilotos de pruebas experimentales Yann Beaufils y Peter Lofts, por los ingenieros de ensayos en vuelo Frank Hohmeister, Jim Fawcett y Cédric Favrichon, y por el especialista en cabinas Alexander Gentzsch. Durante el vuelo, la tripulación sometió a pruebas los controles de vuelo, motores y sistemas principales del avión, incluyendo el de protección de la envolvente de vuelo a regímenes de alta y de baja velocidad.
Klaus Roewe, Head of A320 Programme, ha manifestado: “Gracias a su magnífico comportamiento e insuperable eficiencia, el A321LR permitirá a los clientes realizar vuelos de hasta 4.000nm, y abrir nuevas rutas – por ejemplo, transatlánticas – para conquistar nuevos mercados”.
El A321LR presenta una nueva configuración de puertas gracias a la cual los operadores podrán disponer de una capacidad de hasta 240 pasajeros en la cabina de pasillo único de Airbus más ancha que vuela. La nueva cabina Airspace by Airbus disponible con la familia A320 eleva aún más la incomparable experiencia de vuelo de los pasajeros. Con otras opciones que permiten combinar un mayor peso máximo al despegue (MTOW) de hasta 97 toneladas con un tercer depósito de combustible central (ACT), la autonomía del avión se amplía hasta las 7400km/4000nm, lo que permite a las aerolíneas acceder a nuevas oportunidades de mercado.
Dotado de los motores más modernos, de avances aerodinámicos y las últimas innovaciones de cabina, el A321neo ofrece una reducción significativa en consumo de combustible del 20 por ciento de aquí a 2020. Con más de 1900 pedidos recibidos de más de 50 clientes hasta la fecha, el A321neo ha logrado una sólida cuota de mercado del 80 por ciento que lo convierte en el avión más solicitado en el mercado de aeronaves de tamaño mediano.
Ryanair, víctima de su propia política de equipajes.
El nuevo cambio en la política de equipajes de Ryanair, como siempre, genera polémica. Sin embargo, intentan corregir un problema que ellos mismos habían creado años atrás. Spirit Airlines fue la pionera en aplicarlo en Estados Unidos.
Cuando hoy en día subimos al avión como pasajeros, los auxiliares de vuelo, y el personal de la puerta de embarque en primera instancia, nos retiran la maleta que llevamos con nosotros. A algunos pasajeros, les cuesta desprenderse de su maleta, con la que contaban llevarla en la cabina hasta el destino. Es en muchas ocasiones inesperado, y el disgusto nos hace subir al avión con el ceño fruncido.
¿Pero esta práctica de donde viene?
A finales de los años 90, en Europa, se produjo una liberalización del transporte aéreo. Mas concretamente en el año 1997. Motivo del cual, dio a luz el boom de las low cost en Europa. Southwest, en Estados Unidos ya funcionaban así. Ahora se pondría en práctica este modelo por varias compañías en Europa.
Las dos aerolíneas low cost más populares en este momento fueron Easyjet y Ryanair. Introdujeron en el mercado un concepto nuevo que generó polémica. Vendían billetes a un precio muy reducido. Si necesitabas facturar una maleta, o simplemente escoger un asiento, había que pagar una cantidad extra por ello. El concepto de “Ancillary revenues” había venido para quedarse.
Ya entonces los servicios al pasajero supusieron un choque contra las actuales prácticas que ofrecían el resto de aerolíneas tradicionales. Los pasajeros, tuvieron que adaptarse a una cultura del viaje en avión nueva para ellos. Y disgusto tras disgusto, prevaleció el precio.
Tras varios años, las ineficiencias de las compañías tradicionales y las presiones sobre el coste de las aerolíneas low cost, supuso que algunas de las políticas y prácticas fueran copiadas por las primeras. Parte del trabajo de concienciación de cliente ya lo tenían hecho. De hecho, hoy en día es habitual en la practica totalidad de las aerolíneas europeas.
¿Y el problema de donde surge?
Uno de los principios básicos de las aerolíneas, es llenar el avión al máximo posible para cubrir los gastos del vuelo. Si los costes son adecuados, en torno a un 85% de ocupación haría que la ruta no perdiera dinero. Sin embargo, para ganar dinero, el pasajero debería abonar por los servicios extra. Es ahí donde las low cost ganan grandes sumas de dinero.
Maximizar el número de horas del avión en el aire es otra de las técnicas aplicadas por las low cost. De esta manera, las escalas han de ser lo más cortas posibles, y donde los pasajeros mayor nivel de estrés sufren.
Cuando vamos como pasajeros a embarcar un vuelo, todo el mundo lleva de media dos bultos de mano. Uno ellos es una maleta relativamente pequeña, que si fuera gratis, iría facturada en la bodega.
Si tomamos un vuelo con un coeficiente de ocupación normal, llega un momento que el espacio finito de los armarios del avión, no tienen espacio suficiente para albergar todos los bultos de mano. Los sufridos pasajeros se ven obligados a facilitar al personal de tierra la bajada de su maleta a la bodega del avión. Esta vez gratis…
El motivo del cambio. ¿Una excusa?
La puntualidad de Ryanair, que hasta el año pasado tuvo una puntualidad media de un 90%, se desplomó hasta el 79% en diciembre. La nueva política de equipajes de la compañía viene a paliar el problema de los retrasos. Pero fueron ellos, las que generaron tendencia en el mercado con esta política cuando comenzaron a operar.
Por otra parte, las demás compañías que habían adoptado dichas medidas originales sobre la facturación de equipaje, han escalado puestos en los rankings de puntualidad mundial. Lo que me plantea la pregunta de si es en verdad el problema del equipaje facturado, la causa real de la caída en la puntualidad de Ryanair.
Si las aerolíneas como Ryanair o Easyjet, que crearon tendencia en el pasado e influyó en las políticas de servicios de las demás aerolíneas, ¿significaría que las aerolíneas pueden verse afectadas y copiar de nuevo dichas políticas? Algunas compañías han adaptado sus procedimientos durante el embarque para evitar retrasos o cabreos durante los embarques. Se han diferenciado, no el producto en sí, sino el cómo servirlo. Ryanair ha cogido el camino de en medio.
El futuro.
Igual que Ryanair lo copió de Spirit, alguna aerolínea puede que lo aplique también en el futuro. La enorme competitividad que existe en el mercado, genera una oferta de billetes muy parecidas en precio. Este efecto provocaría en el mercado una diferenciación en los servicios que se ofrecen.
El cliente podría tomar una decisión sobre un servicio más adecuado a sus necesidades reales, por encima del precio. En mi opinión sería un cambio cualitativo, marcando un punto de inflexión en la tendencia de los últimos 15 años.
A todo esto, los fabricantes de aeronaves como Boeing o Airbus, ya están ofreciendo compartimentos superiores de mayor volumen que los que actualmente vemos en los aviones. Un fabricante de interiores austríaco FACC ofrece un 40% mas espacio que en los antiguos armarios. American Airlines ya tomó nota para sus A321. DNA, otra empresa del sector, está diseñando lo propio para los nuevos A350, A330neo y A320.
Boeing, por su parte, ha modificado la manera en que se abren los armarios para ganar algo más de espacio en la cabina.
Quizá estos avances dejen a Ryanair sola en su nueva política de equipajes. De todas formas, al cliente nunca le permiten dar su opinión antes de implantar semejantes medidas. Quizá algún día alguien les de voz…
Airbus abrirá el primer centro de entrenamiento en la costa oeste NorteamericanaNorteamericana.
Airbus adquiere un centro de entrenamiento en Aurora, Colorado
Este movimiento expande la disponibilidad de entrenaimiento de Airbus para los operadores Norteamericanos
Airbus ha triplicado el número de localizaciones en el mundo de centros de entrenamiento en sólo tres años.
En un movimiento para expandir su capacidad global de entrenamiento, Airbus ha adquirido el centro de entrenamiento Strategic Simulation Solutions en Aurora, Colorado, un barrio de la ciudad de Denver.
Actualmente el centro apoya a Frontier Airlines tiene espacio para crecer. Los planes de Airbus son de al menlsos doblar la capacidad de las instalaciones en pocos años.
«Este es otro gran paso adelante en nuestra ambición de hacer crecer nuestros servicios alrededor del mundo», dijo Laurent Martínez, jefe de servicios de Airbus. «Nuestras expectativas de servicios globales predicen una necesidad de 122.000 nuevos pilotos en Las Américas para 2035, representando el 23% de la demanda mundial. Queremos nuestras instalaciones de entrenamiento Airbus fácilmente accesible para nuestros clientes, sin importar su localización, de aquí este último movimiento.
Antes de esta adquisición, Airbus ha provisto de centros de entrenamiento en la región Norteamericana, empezando por Miami, Florida. Añadir el nuevo centro de entrenamiento de Aurora ayudará a conseguir un crecimiento a largo plazo en los mercados en expansión a través de as Américas. En los pasados dos años, Airbus ha expandido su capacidad de entrenamiento para cliented en las Américas añadiendo los centros de entrenamiento en Ciudad de Mexico, Mexico y en Campinas, Brasil.
A nivel mundial, Airbus ha expandido su red de entrenamiento mas the una tercera parte en sólo tres años; creciendo desde cinco localizaciones en 2015 a 17 localizaciones hoy.
«Mantendremos en nuestra ambición de proveer desde la vanguardia, calidad top en nuestro entrenamiento a nuestros clientes,y continuar expandiendo nuestra capacidad global de entrenamiento a este ritmo», Martínez dice.
Actualmente, el centro de Aurora tiene dos simuladores, FAA nivel D de lala familia A320 – el nivel más alto de simuladores – para el entrenamiento de los pilotos de Frontier Airlines, flota completamente Airbus. Simuladores adicionales serán añadidos a las instalaciones de Aurora en 2018 para adelantarse al incremento de demanda. Adicionalmente, la innovación de Airbus ACT Suite – fácilmente comprensible, y curso de alta fidelidad para el entrenamiento de mantenimiento, puede ser también instalado con una semana de aviso, y ofertado en línea con su demanda.
El modular de Airbus, servicio de competencia basado en servicios esociales entrenamiento, entrega unos cursos mixtos de teóricas, prácticas en inmersión ambiental usando las últimas tecnologías – incluyendo una mezcla, y aumentada, realidad virtual.
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